Si hace un año
más o menos estábamos enfrascados en plena campaña electoral de las elecciones
que se celebraron el 20 de diciembre. Desde entonces hasta ahora han pasado muchas
cosas en nuestro país. Pues como todos conocemos el resultado electoral fue el
que fue y lo que después paso, ya forma parte de la historia. Pero analizando
toda la situación vivida, creo, a la vista de los acontecimientos que estamos
viviendo en los últimos días, que hemos perdido un tiempo precioso que a buen
seguro lo vamos a tener que lamentar o más bien lo estamos lamentado desde la
cita con la urnas el pasado 20 de diciembre.
La legislatura
de la mayoría absoluta del PP, ha sido la legislatura más demoledora de
Derechos Sociales de los ciudadanos de a pie de este país. Derecho que han
costado décadas conseguirlos y que en unos pocos meses y de un plumazo el
Partido Popular, los ha hecho desaparecer de nuestras vidas, y todo eso sin
temblarles el pulso, ni mostrar el más mínimo resentimiento, hacia la tan
perjudicada sociedad que han venido castigando una y otra vez con sus
políticas. Sobre todo la del rodillo a la que tan acostumbrados nos tenían.
Ahora vemos
como empiezan a derogarse leyes tan letales como las LOMCE, que parecía que iba
a ser la panacea de la educación, cuando no era ni más ni menos que volver y
retroceder más de cuarenta años atrás con pruebas y sistemas de acceso a ciclos
superiores que bien recuerdan nuestros padres o abuelos. Una ley que castiga la
enseñanza pública en detrimento de la una enseñanza privada o concertada, que es
el modelo que la viene a la perfección al partido en el Gobierno.
Vemos como
desde el Congreso comienza a obligarse al Gobierno para que empiece a poner en
marcha la derogación de su tan cacareada reforma laboral, que tantos
trabajadores se ha llevado por delante, para acabar con empleo estable y de
calidad a favor de empleo precario y con excesiva temporalidad. Creando la
figura de los trabajadores pobres, que más que ir a trabajar, lo que hacen es
ir a mendigar. Todo ello gracias a un Estatuto de los trabajadores, que no se
parece ni por asomo al que todos hemos conocido y por el que casi con toda
seguridad, nuestros padres o abuelos se han llevado algún palo que otro y lo
que es más grave, han tenido que pasar noches enteras detenidos por tratar de
conseguir el Estatuto de los Trabajadores que todos conocíamos, ante de que se
le metiera la tijera por parte del PP.
Ante todo lo
que está ocurriendo en el Congreso de los Diputados, desde mi humilde opinión,
me doy cuenta que por la arrogancia de unos y la prepotencia de otros, se ha
dejado campar a sus anchas al Partido Popular, de tal manera que hemos tenido
que aguantar durante todo este año estas tan nefastas políticas, sin hacer nada
para remediarlo y llevando, casi al país a unas terceras elecciones que para lo
único que hubieran servido eran para hundir más en el cieno al Partido
Socialista. Siendo sufridores de tan perjudiciales políticas para la clase
media y trabajadora, que ahora vemos con cara de asombro como desde la
oposición en el Congreso también se puede hacer política, que podría haber sido
mucho más contundente con el resultado del 20 D en lugar del obtenido el 26 J.
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