Hace unos pocos días que
hemos vivido como las trabajadoras que prestan el servicio por la Ley de la
Dependencia en la capital, han tenido que volver a anunciar medidas para tratar
de resolver y dar una solución definitiva a su situación laboral de precariedad
que viven desde hace ya bastantes meses, motivada por la pugna política que mantienen
entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, en la que los trabajadores y
trabajadores y los dependientes y dependientas, son rehenes usándolos el
Ayuntamiento como arma arrojadiza contra la administración Andaluza,
importándoles muy poco la situación de los trabajadores y trabajadoras y en
definitiva la de los usuarios de estos servicios.
Es penoso y lamentable que
cada tres o cuatro meses las trabajadoras de la empresa concesionaria se tengan
que poner en huelga para reivindicar el pago de sus nominas y todos derechos
que como trabajadoras le pertenecen. Todo ello porque el Ayuntamiento desde que
el Señor Alcalde tomó el bastón de mando se he dedicado a torpedear cualquier
cosa que pudiera oler al anterior equipo de gobierno, destruyéndolo a toda
costa sin importar el daño que pueda causar a la sociedad y los ciudadanos que
más necesitados puedan estar, con el sólo objetivo de conseguir un rédito
político que se traduzca en un puñado de votos.
El problema es que el
Señor Fernández de Moya confunde el sillón de la Alcaldía con el de la Presidencia del PP, y esa es la diferencia
entre un gran político y uno mediocre, pues cuando se ocupa un cargo
institucional se tiene gobernar para el interés general, dejando atrás el
interés propio o partidista, para así tratar de solucionar los problemas a los
ciudadanos y ciudadanas para los que se gobierna, en lugar de creárselos que es
lo que está pasando en el Ayuntamiento de Jaén, y sobre todo siguiendo la
consigna general que se le envía desde Madrid dinamitando la dependencia, pues
ya desde el Gobierno Central se han fijado baremos restrictivos, recortando
financiación, para luego exigir puntualidad a la Junta de Andalucía que la
tiene como prioridad y está haciendo un importante esfuerzo para mantenerla en
la capital Jienense en la que se está produciendo un el desvío sistemático de
las cantidades ingresadas de la Junta de Andalucía para la Dependencia,
desviándolas a otras prioridades, lo que muestra de desprecio para las
trabajadoras de ayuda a domicilio.
Tuvo que ser el Juzgado de
lo Contencioso número 3 de Jaén, el que estableciera unas medidas cautelares al
respecto, obligando al Ayuntamiento a seguir prestando los servicios que la Ley
de la Dependencia otorga a los usuarios, de tal manera que el consistorio
sufrió un duro revés en su empeño de liquidar este servicio, para esto el auto
del Juez fue contundente indicando que "ha de primar, sin género alguno de
dudas, los intereses de las personas afectadas, que ya tienen reconocido el
derecho a la prestación, el de las que pueden acceder al mismo o el de aquellas
a las que se tenga que reactivar este derecho, que no puede ser suspendido o
limitado su acceso".
En un asunto tan delicado
como este, lo que tiene que hacer cualquier político, es situarse por encima de
intereses partidistas y ponerse al lado de los ciudadanos y ciudadanas que
demandan y necesitan de este servicio, de tal manera que en lugar de creer
problemas lo que hay que hacer es
resolverlos de la mejor manera posible, pensando en los dependientes en este caso
y no en los incondicionales de su propio partido. Pues cuando uno se sienta en
el sillón de la Alcaldía, debe ser el alcalde de todos los vecinos y vecinas,
de los que lo votan y de los que no lo votan, esa es la diferencia de un gran
político a un político mediocre.
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