"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

EMPRENDEDORES DE JAÉN


El emprendedor típico habla con todo el mundo, es extrovertido, y sociable a más no poder, pues es cierto que la sociabilidad es importante para el emprendimiento. Es importante saber vender las bondades de nuestro producto o servicio, pero más importante es saber escuchar las necesidades de nuestros clientes, y poder darle u ofrecerles lo que piden o necesitan en cada momento. Porque todos debemos tener en cuenta que el 90% de las startups y de los negocios fracasan poco después de su lanzamiento lo sabemos todos. Vivimos con esta realidad todos los días. Esto, que a priori es un gran drama, debe servirnos a los que nos estamos emprendiendo para darle una vuelta al coco. Darnos cuenta que el fracaso es una posible realidad tiene muchas más ventajas de las que pensamos. A todos nos da miedo hablar de la palabra fracaso, pero es parte del juego y, ¿quién sabe? seguro que algo mejor está esperándonos a la vuelta de la esquina.
La pasada semana, los emprendedores de Jaén nos dimos cita en el Foro LINCE, un lugar de encuentro donde se pretende reunir las mejores ideas de negocio y proyectos empresariales de la provincia de Jaén, ayudar a sus impulsores a mejorar estos proyectos con la ayuda de expertos y dar a conocer estas ideas entre la sociedad jienense con un doble objetivo: aflorar un escenario positivo de cambio motivador para todos y buscar la interacción del tejido empresarial y social para impulsar estas iniciativas. Foro en el que aparte de reunir todas ideas, sirve como punto de encuentro entre emprendedores, donde se pueden establecer e iniciar sinergias y lazos de encuentro entre todos los emprendedores, que uno a otro nos vamos dando ese empujoncito que nuestras empresas necesitan cuando estamos iniciando un largo y duro camino, pero no por eso menos bonito e ilusionador.
La cultura emprendedora es el conjunto de cualidades, conocimientos y habilidades necesarias que posee una persona, para gestionar un proyecto concreto o su rumbo profesional. La cultura emprendedora está ligada a la iniciativa y acción. El tenerla, ayuda: por un lado, a saber lanzar nuevos proyectos propios con autonomía, con capacidad de asumir riesgo, con responsabilidad, con intuición, con capacidad de proyección al exterior y con capacidad de reaccionar y resolver los problemas; por otro lado, a saber llevar a cabo proyectos de otros con el mismo espíritu de innovación, responsabilidad y autonomía. Y así se vino a demostrar en el Foro LINCE, donde un gran número de proyectos de emprendedores de Jaén, se expusieron para la vista y conocimiento de toda la sociedad Jienense que se pudo dar cuenta que por estas tierras hay gente con mucha iniciativa y tratando de ver las cosas muy en positivo.

Una perspectiva para la iniciativa considera que los trabajadores son, en primer lugar, profesionales que obtienen sus ingresos por las habilidades y servicios que prestan más allá de la forma en que obtienen esos ingresos, sea por un contrato laboral con una empresa o un empleador o mediante la facturación a uno o más clientes. Se trata de superar viejas etiquetas para pasar del concepto de sólo empleado a también emprendedor. Tal vez llegó el momento de perseguir tu reinvención profesional. En un contexto de muy alto desempleo y de condiciones laborales precarias, el emprendimiento ya no solo se considera una alternativa, sino ‘la alternativa’: si no encuentras quien te contrate crea tu propio puesto de trabajo. Nadie puede decir que tomar la iniciativa sea fácil pero también es cierto que en tiempos difíciles, emprender puede ser una solución personal contra el desempleo, una actividad complementaria al empleo por cuenta ajena que permite diversificar así el riesgo profesional o, simplemente, una forma de desarrollar una vida profesional más motivadora.  

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