Ésta semana se ha vivido
una importante huelga en el sector de la educación de nuestro país, contra los
recortes que el Gobierno viene practicando en el sistema educativo, sobre todo
en el sistema público, con la implantación de Ley de Mejora de la Calidad
Educativa (LOMCE). La huelga que en un principio había sido convocada por los
estudiantes, ha sido secundada por profesores, padres y madres de cualquier
nivel de la enseñanza pública de toda España.
Hace pocos
días se aprobaba la Ley que dará cobertura a todo el sistema educativo Español
durante los próximos años. Una ley segregadora, que intenta imponer un modelo
mercantilista de la educación y que se merece darle en contra una respuesta
clara por parte de toda la ciudadanía. Puesto que con el desmantelamiento de la
Educación Pública se incrementa la brecha entre las clases sociales. Ganan unos
pocos y pierden muchos.
Está muy claro
el carácter pernicioso de la LOMCE para la educación pública española y no voy
a insistir, porque ya lo he hecho varias veces aquí. También es evidente que el
ministro Wert se gana a pulso cada día una respuesta movilizadora por su pésima
gestión y las continuas provocaciones que realiza. Pero la ley está
sentenciada: toda la oposición se ha comprometido a derogarla cuando haya un
cambio político, que lo habrá. Y el ministro es el peor valorado de la historia
de este país en muchos años. Es un cadáver político al que le costará salir a
la calle sin que reciba el más profundo desprecio de muchos ciudadanos por la
pasión que ha puesto en asumir el papel de villano liquidador de la cultura, la
ciencia y la educación pública. Los recortes y la LOMCE se merecen unas cuantas
huelgas y la movilización es necesaria para que la ley y su responsable tengan
los días contados.
EL PP ha
pasado el rodillo de su mayoría absoluta y ha aprobado, con todos los demás
grupos parlamentarios en contra, una Ley de Educación que de esa forma nace ya
condenada a su derogación en cuanto cambie el signo político del Gobierno. ¿Qué
clase de Educación es la que se construye contra todos y con fecha de
caducidad? En España, las leyes educativas han adolecido siempre de una gran
parcialidad ideológica. La LOMCE o Ley Wert que acaba de aprobar el PP. en
solitario en el Parlamento es una ley ideológica, nacida contra la
generalización de la Educación, a la que ya no considera un servicio público
esencial ni una inversión de futuro. Opta por la enseñanza privada frente a la
pública, quedando ésta destinada a las clases bajas, es decir, convertida en un
gueto social. Consagra un modelo educativo basado en las diferencias de clase,
por tanto en la diferencia de poder económico. Y de sexo, pues prima una educación
separada. Capitula frente a las pretensiones de la Iglesia, pues impone la
asignatura de religión, es decir, el adoctrinamiento de los niños: lo mismo que
los obispos censuraban a la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
Implanta, entonces, un modelo obsoleto, atrasado, y merece ser contestada
contundente y mayoritariamente por maestros, alumnos y padres.
La mayoría
absoluta, legitima políticamente al
Partido en el Gobierno, para sacar a luz leyes como ésta, pero queda bien claro
que esa mayoría absoluta no legitima socialmente para legislar a su antojo,
pues entonces ocurre lo que en estos días estamos viendo, y no es ni más ni
menos que esa mayoría absoluta, pasa por convertirse en la soledad más
absoluta, en la defensa frente a la sociedad de una Ley que nace sin consenso
alguno.
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