No sé cómo están los lectores
de este periódico, ante los acontecimientos que están ocurriendo en nuestro
país, pero yo no soy capaz de salir de
mi asombro viendo como todo un gobierno está contra las cuerdas a consecuencia
de la mayor corrupción que se ha vivido nunca en España. Corrupción que traspasa los más insospechados
límites que nadie podía ni siquiera imaginar, y que deja tocado, y bien tocado,
al Presidente y varios de sus Ministros, que en estos días no saben donde se
van a esconder, para tapar sus
vergüenzas, que una y otra vez se van quedando al aire.
Ha llegado la hora, ante tan
mayúsculo escándalo, que el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de la cara,
o lo que es más importante, de explicaciones en sede parlamentaria de todo lo
que está pasando, porque de lo contrario, con su silencio está siendo cómplice
de las fechorías que Bárcenas pudiera haber realizado en su etapa de tesorero
del Partido Popular, que como deja entre ver no son pocas ni cualquier cosilla,
que se puedan esconder debajo de una manta que se ha quedado muy pequeña, de lo
contrario, si Rajoy se agarra al poder con uñas y dientes, acabará por
clavárselos en la yugular a su partido que se desangrará irremediablemente.
España no puede seguir
levantándose cada día a ver a qué Ministro le toca hoy ponerle la cifra del
dinero B o de sobresueldo que ha cobrado, o a ver cuánto fue lo que se llevó el
actual presidente de la caja B del Partido Popular. España no se merece esos sobresaltos
y mucho menos que vivamos en un continuo escándalo que traspasa nuestras
fronteras y tiene repercusión en casi toda la prensa mundial, abriendo
telediarios y siendo portada de los grandes diarios mundiales, pero no por la
buena gestión sino por la corrupción que tenemos y con ella los escándalos que
se están produciendo.
Ahora parece por lo que le ha
entregado el Sr. Bárcenas al Juez, que lo que antes con tanta insistencia
negaba el PP, ahora resulta ser verdad, que hasta hace muy poquito el Presidente
ha estado en contacto con su ex tesorero, planeando y maquinando su
intervención ante la justicia, y ahora que ya éste último está en prisión,
ahora que su margen de maniobra es casi nulo. El Presidente Rajoy ha querido
quitárselo del medio de un plumazo, sin
medir las fuerzas que podía tener su contrincante, fuerzas que como ha
demostrado ante el Juez, son muchas y están haciendo tambalear a un Gobierno
entero a pesar de la gran mayoría absoluta que consiguió en las urnas hace ni
siquiera dos años.
Ahora resulta que Arenas,
Rajoy, Cospesdal, Federico Trillo o la gran mayoría de la cúpula de los
populares, cobraba sobre sueldos de dinero negro que este buen señor escondía
en Suiza, y que hasta allí llegaba de la mano de las empresas que durante décadas
se han considerado en España como modelos, de empresas que casi siempre eran
las adjudicatarias de las grandes contratas o concesiones del Estado. Y las
cuales debían pasar por la vicaría para pagar el tributo correspondiente por
esos favores que supuestamente desde el Gobierno se les estaba haciendo.
Y con tanto escándalo con tanto
Ministro más pendiente de esconderse donde sea para no salir en la foto de
Bárcenas, que de hacer su propio trabajo, es normal que en España nos
encontremos en los niveles de paro que nos encontramos o la deuda pública
llegue hasta donde está llegando, pues el país entero espera cada día a saber
cuál será el próximo escándalo, que le dé una vuelta de tuerca más a la
debilidad del Gobierno.
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