"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

UN BARRIO DEJADO DE LA MANO DE DIOS

Hace pocos días se podía leer en la prensa que los vecinos de la Glorieta iniciaban una recogida de firmas, para pedir al Ayuntamiento que se acordaran de sus plegarias y de alguna manera se ponga manos a la obra y solucione los graves problemas que este barrio tiene, tanto de inseguridad ciudadana, como los actos vandálicos, la práctica del botellón y la situación del solar donde se encuentra la residencia de mayores Fuente de la Peña. “Estamos dejados de la manos Dios. No hay derecho”, exclamaba uno de los promotores de esta iniciativa, vecino de este barrio, y que seguramente quieren seguir siéndolo por muchos años, pero por supuesto en las condiciones de habitabilidad y salubridad de cualquier otro lugar de esta ciudad.
Y es que el Ayuntamiento tiene que tener en cuenta que Jaén no es sólo el centro y el casco histórico, sino que también viven muchos vecinos en los barrios y estos deben hacerlo en las mismas condiciones que los demás, y por supuesto todas estas cuestiones se terminan midiendo en inversiones por habitante, y no hay nada más que tirar de los gastos para cada zona y dividirlo entre el número de habitantes, porque de lo contrario estaríamos haciendo una ciudad con habitantes de primera y de segunda, una ciudad en la que de vivir en un barrio a otro los privilegios son unos u otros, y al fin y la postre supondría las discriminación de unos vecinos hacia otros.
 Pero no es sólo el barrio de la Glorieta, sino que todas estas mismas reivindicaciones se podrían aplicar a cualquier barrio o zona periférica de esta capital, o es que no es menos cierto que pasear por la calle la Luna los días de lluvia sin que te salpique ninguna baldosa al pisar, es un acto de peripecia y maestría que muy pocos o tan sólo los lugareños son capaces de llevar a cabo si terminar con la temida mancha en el pantalón que termina delatándonos por donde hemos caminado minutos antes. O calles y zonas donde las farolas sólo adornan por el día, pues por la noche no lucen, y nadie se preocupa de ellas y tan siquiera de pasar la correspondiente nota al servicio de mantenimiento del ayuntamiento para que se arreglen, o se cambie la bombilla si está fundida.
Y muchas veces los vecinos se encuentran como bien dicen los promotores de la iniciativa de la Glorieta, dejados de la mano de Dios, y con los problemas cada día en la puerta de su casa, y lo que es más grave sin nadie que los escuches y les ponga solución a sus problemas diarios y sus legitimas reivindicaciones. Es por ello por lo que el Ayuntamiento no puede hacer oídos sordos a lo que los vecinos le están pidiendo, no puede ni debe mirar para otro lado, y más pronto que tarde, tiene que tomar cartas en el asunto para que uno a uno sus problemas se vayan resolviendo, por que no están en manos de Dios sino en manos del Ayuntamiento, que con su Alcalde a la cabeza tiene que atajar estos problemas y estas justas reivindicaciones de los vecinos de cualquier zona, ya que también son Jaeneros y Jaeneras los que viven en esos barrios y por supuesto pagan sus impuestos religiosamente.

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