Cuando veíamos en los informativos hace unos meses las imágenes de la tragedia en Japón, apenas dábamos crédito, a la vez que nos pensábamos que eso estaba muy lejos y que por esta zona nunca ocurriría una desgracia de esas, que ocasionara daños materiales y personales, de similares características a los allí ocurridos, o por que aquí estamos bien preparados y aunque llegue no tendremos los desastres que por esas latitudes.
Pero las iras de la naturaleza son impredecibles, y cuando menos te lo esperas azotan. Y ocurrió, algo de similares características a lo que allí paso, o casi mejor yo diría que ocurrió algo que mi madre me contaba hace muchos años, y es que cuando ella era una niña, en su pueblo que es Atarfe en la provincia de Granada, ocurrió un movimiento sísmico de tal magnitud que el pueblo quedó casi en ruinas, y los vecinos pasaron varias noches a la intemperie, por no tener donde alojarse o por miedo a nuevas sacudidas, de tal manera que aquello quedó grabado a fuego en sus mentes y nunca olvidarán.
Estábamos en Jaén en plena celebración de Expoliva, cuando alguien se acerco por el stand y nos comento que había habido un terreno en Lorca y que se había sentido en Jaén, muchos de los que allí estábamos pensamos que seria una cosa como tantas otras veces lo había habido y nada más, pero cuando empezamos a escuchar las noticias que desde allí llegaban, cuando se comenzó a hablar de muertos, nos dimos cuenta que la cosa era mucho más seria de lo que muchos nos pensábamos, e inmediatamente me vino a la cabeza lo que mi madre me contaba que había pasado en su pueblo cuando niña, y que yo tenia prácticamente olvidado, porque eso quedaba muy lejos en el tiempo y aquí y en estos tiempos no llegaría a pasar jamás.
Lo de Lorca es trágico, nadie se lo podía creer, pero ocurrir ha ocurrido y a los Lorquinos y Lorquinas se les han encogido el alma, han visto como sus casas, sus familiares o pertenencias, se perdían por un capricho de la madre naturaleza, por un seísmo que aunque no fue demasiado fuerte, era tan superficial, que me cuenta un amigo murciano que ha visitado el pueblo, que en muchas calles no se puede ni pasar, y en las que se puede, parece que lo que allí lo que ha habido ha sido un bombardeo como los que vemos en las películas de guerra. Dejando arrasado todo lo que a su paso encuentra, haciendo inservibles las viviendas y las infraestructuras, y obligando a miles de vecinos y vecinas a tener que abandonar sus casas y pertenencias, y alojarse con familiares en el mejor de los casos, o en los campamentos improvisados al respecto, hasta tanto se normalice la situación.
Ahora toda la ayuda que hasta allí llegue es poca, para que más pronto que tarde este bello pueblo de la región Murciana, recupere su normalidad, aunque eso será un decir, pues a todos los habitantes de Lorca, estas imágenes se les quedarán grabadas de por vida y seguirán pensando que como ocurrió o que fue lo que ocurrió, pero el resultado esta ahí y nunca se olvidará.
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