"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

INGRESO MÍNIMO VITAL


El Gobierno ha aprobado una importante ayuda para las familias que no tiene precedentes en nuestro país. El Ingreso Mínimo Vital que acaba de nacer es un nuevo tipo de prestación, más moderna y mejor diseñada, con voluntad de permanecer y, con ello, de contribuir a resolver el grave problema de desigualdad, puesto que esta renta mínima vital o ingreso mínimo vital es una renta básica aprobada por el Gobierno y dirigida a los hogares en una situación de pobreza severa, que cifran en un 20%, porque no en vano, en España hay 1,1 millones de hogares con todos sus miembros en paro, y casi 600.000 que no tienen ningún tipo de ingreso, según la Encuesta de Población Activa.
El ingreso mínimo vital es una prestación de la Seguridad Social y su coste anual rondará los 3.000 millones de euros. El objetivo es reducir la tasa de pobreza en España. Para ello, se fijará un umbral para cada tipo de hogar, que dependerá del número de miembros, y con un complemento adicional para las familias monoparentales. Una vez analizadas las rentas que tenga ese hogar, el ingreso mínimo vital cubrirá la diferencia entre la renta existente y el umbral fijado para ese tipo de hogar, se configura como una prestación económica en su modalidad no contributiva para garantizar un nivel mínimo de renta a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad económica.
Ahora que ya se ha implantado este ingreso mínimo vital para este mes de junio. Tocará darle forma, nos obligará a ser exhaustivos en los destinatarios, se discutirá si será permanente, si implica obligaciones o compromisos, lo que sea, pero no se puede abandonar a la gente. Lo mismo que en su día, hicimos un alarde de solidaridad con la banca a la que rescatamos con unos 60.000 millones de euros. Se estima que el coste de éste será de unos 3.000 millones al año, por lo que tenemos para 20 años, y si a ellos nos los dejamos caer no podemos hacerlo ahora con los hogares.
El ingreso mínimo vital puede ser una herramienta adecuada para ayudar a mitigar la situación de vulnerabilidad en la que la pandemia ha sumido a muchas familias. Nadie deber obviar que su impacto en la actividad económica amenaza con alimentar una de las peores crisis que hemos presenciado. Miles y miles de hogares de clase media han visto desplomarse sus ingresos en cuestión de días y aquellos que ya se encontraban en una situación de completa precariedad son incapaces de salir adelante. El ingreso mínimo vital puede convertirse durante la pandemia en un salvavidas para muchos españoles y, a la vez, ser una bombona de oxígeno para reactivar el consumo.
Según he podido leer en la prensa Se ayudaría a 600.000 hogares sin ningún ingreso y hasta se podría ayudar al total de 1.250.000 personas desempleadas sin cobertura, se reduciría la cifra de 12 millones de personas en riesgo de exclusión social, se reducirían los casos de explotación laboral al estar la persona trabajadora más protegida si no tiene empleo. 
Pero también aumentaría el consumo. Ya que hogares y personas sin ingresos pasarían de tener cero euros a tener una cantidad de dinero determinada. Con esa cantidad, poco se podría destinar al ahorro pues el dinero se destinaría al pago de alquileres o hipotecas, comida, luz, ropa, en definitiva Cosas básicas, con el consiguiente aumento del consumo pues muchas empresas venderían más. Al vender más se crearía más empleo en todas estas.

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