Hace pocos días saltó a los medios de comunicación la noticia de que ya se
iba a dejar de fabricar y envasar, por parte del Heineken en su fábrica de la
Imora, nuestra querida cerveza El Alcázar. Tras haber expirado el contrato entre
Sercoll y Heineken, que aunque hay, al parecer, conversaciones para su
renovación aún no se ha producido y por lo tanto la producción de nuestra rica
cerveza se ha paralizado.
Los que ya pasamos de los cuarenta, hemos pasado buena parte de nuestra
vida con una Alcázar en la mano y con ella hemos brindado y festejado muchos
eventos a lo largo de los años, de tal manera que ha sido siempre nuestra
inseparable acompañante en nuestras fiestas y celebraciones, aunque últimamente
sólo fuese en botellas de a litro o latas.
La verdad sea dicha, que si se pierde nuestra tan gran arraigada marca, se
perdería uno de los grandes símbolos de nuestra tierra, con el que nos
reconocemos y nos identificamos los ciudadanos y ciudadanas de nuestra
provincia, que a buen seguro la echaremos de menos como tantas otras cosas y
luego sólo quedara en el recuerdo y en la retina de los más mayores, porque los
jóvenes, o lo más pequeños, terminarán por olvidarse que aquí en Jaén, hubo una
vez que se fabricó y se envasó una cerveza de una marca tan nuestra que se
llamó el Alcázar.
Pero parece ser que si nadie lo remedia, Jaén se llevaría un nuevo palo en
su autoestima si llegará a desaparecer El Alcázar. Puesto que está bastante
complicado que podamos volver a ver aunque sólo sea en tiendas y supermercados,
nuestra querida rubia cerveza que tantas veces nos ha refrescado en los
calurosos días de verano, y de la que tantas veces hemos dicho al llegar a la
barra de un bar, aquello de “camarero, ponte un botellín del Alcázar”. Un
cerveza para los que somos cerveceros nos parece bastante buena y que aunque
muy localizado en nuestra provincia de Jaén, tenía una importante cuota de
mercado.
Ahora esto ya parece ser que se nos acaba, y no sabemos muy bien quien
ocupara su cota de mercado, aunque sí no lo podemos imaginar, y quizás por eso
a lo mejor están dejando abandonada a su suerte la marca, presente en nuestros
hogares, comercios y bares desde 1928, que va tocado a su fin, y está en el
aire, la continuación de tan querida y familiar cerveza giennense. Para que
deje de estorbar en el mercado de la provincia de Jaén, y de una manera u otra
se le habrá paso otra de las de las de la competencia que estén interesadas en
copar en su totalidad el mercado cervecero de Jaén.
Pero para muchos de nosotros todavía se sigue manteniendo un hilo de
esperanza en que esto tan sólo sea una paralización momentánea y que las
empresas implicadas, lleguen más pronto que tarde a un acuerdo satisfactorio,
para que lo antes posible podamos volver a tener entre nosotros nuestra tan
querida etiqueta verde de las latas y botellas de litro de la cerveza el
Alcázar, y así se pueda evitar de que se nos acabe El Alcázar, aunque ya no
podamos pedir un botellín de El Alcázar.
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