Poco a poco el recinto ferial de la Vestida, de la capital, va tomando
cuerpo y a eso de las dos de la tarde más o menos, empieza acudir gente para
pasar unas horas de diversión y asueto. Llenando un recinto ferial que se
encuentra engalanado para la ocasión con un gran número de casetas y
atracciones preparadas para que niños y mayores un año más disfruten de la
feria en honor del Condestable Don Miguel Lucas de Iranzo.
Como ya viene siendo tradición en casi todas las ferias en honor San Lucas
la lluvia viene haciendo su acto de presencia, mojando este recinto ferial y a
sus ocupantes, que como siempre ya lo tienen bien claro y bien estudiado,
sabiendo bastante bien que es lo que tienen que hacer para resguardarse de la
lluvia y el viento, y para ello se encuentran preparadas las casetas, que
llenan el recinto ferial. Porque ciertamente en casi todos está la expresión
que San Lucas no sería San Lucas sin su lluvia. Y es que la fecha de
celebración de la feria, siendo la última en el calendario ferial de toda
Andalucía, o de España diría yo, en el mes de octubre, hace propicio que la
lluvia de una manera más o menos moderada nos venga acompañar en todos o en
alguno de los días que dura la feria de la ciudad de Jaén.
Durante años las Fiestas Patronales en Honor a San Lucas, ha sido una feria
tradicionalmente agro-ganadera, donde numerosas cabezas de ganado llegaban
hasta la capital desde todos los rincones de la provincia y de las limítrofes,
para poder hacer las oportunas transacciones, desde que allá por el 1833 la
Real Sociedad de Amigos del País, solicitó que en Octubre se realizara una
feria agrícola y ganadera que contemplara festejos, como lugar de reunión en la
capital de ganaderos y labradores, para hacerse con el ganado y la bestias que
se utilizarían en la inminente recolección de la aceituna y las labores
agrícolas de la siguiente primavera y verano.
La lluvia por San Lucas ha estado siempre tan presente que de un modo u
otro ha ido marcando hasta inclusive las sucesivas remodelaciones del recinto
ferial ya que en 2009 se reubica de nuevo la localización de las casetas,
concentrándolas en la explanada inferior y acondicionando el suelo con losas de
cemento y alquitrán, abandonando el antiguo terreno de albero que, a causa de
las fechas en las que se celebra la feria, solían causar problemas de charcos y
barro al caer la lluvia. De este modo, dos calles recorren longitudinalmente el
perímetro de la zona, denominadas Paseo de Caballos y Enganches y Paseo de
Santa Catalina, recibiendo las calles transversales el nombre de los días
tradicionales de la feria: de 10 a Calle 18 de Octubre.
En estos diez días de celebraciones, como no puede ser de otra forma y como
manda la tradición, los Jaeneros y Jaeneras se echan a la calle acudiendo hasta
el recinto ferial de la Vestida, para visitar alguna del centenar de casetas de
asociaciones, colectivos sociales, partidos políticos e instituciones, las
cuales contarán este año con una estructura metálica que las protegerá de la
lluvia y el viento, dos elementos atmosféricos habituales en la feria
jiennense.
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