En un Estado Derecho como el que vivimos, tenemos que tener
bien claro una serie de principios que se expresan como valores superiores de
la democracia ante toda la sociedad. Valores que nadie puede poner en cuestión porque sino la
convivencia seria seriamente dificultosa, quebrando esos principios que tanta
paz y armonía han dado durante tanto tiempo en nuestra sociedad.
Por eso todo el mundo debe saber que la soberanía reside en
pueblo, que es quien cada cuatro años con sus votos, a cada partido político lo
pone en el sitio que desea, y que le da o le quita la mayoría en función de que
se hayan cumplido o no sus expectativas durante el tiempo que se les ha estado
gobernando, premiando o castigando los errores o aciertos que se hayan podido
cometer, de tal manera que la sabiduría de un pueblo, unido a la soberanía que
en él reside, hace que sus decisiones tengan que ser respetadas al máximo, nos
gusten más a nos gusten menos, pero lo que sí tenemos es que hacer la
suficiente autocrítica para saber en qué se ha fallado o en que se ha acertado.
Siento tristeza cuando alguien no sabe encajar la derrota
electoral que haya podido sufrir en un determinado momento, y se dedica a
lanzar insultos e improperios contra el pueblo, como en el caso de las
elecciones del pasado domingo, contra todos los Andaluces y Andaluzas, donde
por boca de muchos de estos mal perdedores, se nos trata de vagos, serviles,
incultos, paniaguaos y no sé cuantos cientos de insultos más, de tal manera que
lo único que hacen es tratar de denigrar a un pueblo que ha ejercicio su
derecho al voto de manera libre y voluntaria y que haciendo uso de su soberanía
ha puesto a cada cual en su sitio.
Pero cualquier resultado electoral hay que asumirlo tal como
llega, analizarlo y aprender de él para que los errores que se hayan podido
cometer a lo largo de una legislatura y que han llevado a un partido a la
oposición, no los vuelvan a cometer para poco a poco volver a ganarse la
confianza del pueblo, que es quien como ya he dicho tiene la soberanía. Por
supuesto que no cabe la menor duda que de un resultado electoral se tiene que aprender
mucho y que si no llega en el sentido que uno quiere, no se puede terminar bajo
ningún insultando y denigrando a un pueblo por elegir a una opción política
frente a las demás.
En los días previos a las elecciones, durante la precampaña y
campaña electoral, hemos escuchado una y otra vez que no puede ser que el
Partido Socialista lleve más de treinta años gobernando en Andalucía. Treinta
años hace que nos gobierna por que el pueblo y la ciudadanía así lo ha querido,
por lo que los que se llevan treinta años sin poder arrebatar el poder en
Andalucía al Partido Socialista, deberían hacer una profunda reflexión de porqué
los Andaluces y Andaluzas, una y otra vez, elección tras elección, le vienen
dando la espalda y no le dan la mayoría suficiente para que puedan formar Gobierno.
Pues tal vez será porque no trasmiten esa confianza que las gentes de esta
tierra necesita, para que los pongan al frente del Gobierno de la Comunidad,
por lo que por ahora ya lo único que les queda una vez que el pueblo ha hablado,
es hacer la oposición que toda democracia también requiere.
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