"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

CUANTA CORRUPCIÓN


La ciudadanía española se encuentra sorprendida en los últimos días con los escándalos de corrupción que como si fuesen setas están apareciendo a lo largo y ancho de toda la geografía del territorio nacional, para mayor vergüenza de chicos y mayores, de tal manera que hoy por hoy estamos siendo mirados por los países de nuestro entorno de manera despectiva en muchos casos, pues no sabemos qué escándalo será el próximo cuando nos levantemos mañana. Cualquiera puede llegar a la conclusión de que se mire hacia donde se mire el sistema político y económico de nuestro país está podrido. Hoy las noticias de las diversas formas de corrupción son más tremendas que las de ayer, pero posiblemente menos que las de mañana
Esta situación es bastante dura y a buen seguro muy difícil de superar, pero realmente los políticos en nuestro sistema son importantes, muy importantes diría yo, ya que ellos ostentan el poder legislativo y el ejecutivo. El Poder legislativo que es del cual emanan las Leyes. Leyes que luego son de obligado cumplimiento para toda la ciudanía y son las que aplicaran jueces y tribunales para impartir justicia.
Desde la Revolución Francesa en la que se instauró la separación de poderes, siempre ha sido objetivo, sobre todo del capitalismo, el poder corromper al legislativo y al ejecutivo de tal manera que se promulgaran leyes en las que sus pretensiones más perniciosas puedan sobresalir por encima de las de los demás, importándoles muy poco a quien se tengan que llevar por delante para conseguirlo.
A un político se le tiene que exigir un plus de honorabilidad, de tal manera que debe tener muy claro que en la política se está para servir al pueblo, no para servir de él, que en la política se llega por el compromiso con los ciudadanos y ciudadanas, y un político no puede ser que tenga millones de euros ocultos en alguno de los paraísos fiscales existentes, en una clara maniobra de distracción al fisco con el único ánimo de amasar inmensas fortunas para una vez retirados de la política poder vivir a cuerpo de Rey.
Cuando estas cosas ocurren se cae con gran facilidad en el tópico de que todos lo político son iguales, de que todos están en política para lo mismo, como dijo Zaplana para forrarse, y realmente eso no así, existen un gran número de ellos que son gente honrada que llegan a la política con la ilusión de servir al pueblo y velar por el interés general. Ilusión que no se puede ver truncada por unos mangantes despiadados que llegan a política para meter la mano en el cajón a la primera de cambio Por lo que ya ha llegado la hora de que los políticos del Legislativo y el Ejecutivo pongan pie en pared, pues aquí ya no se puede andar con medias tintas, ni con promesas incumplidas como la del Gobierno que lleva ya dos años diciendo que van a presentar un gran pacto contra la corrupción y seguimos esperando ya que sí el Gobierno no impulsa medidas estructurales que son absolutamente necesarias para poder afrontar este fenómeno, poco se puede ir haciendo. Y ojala fuera así de sencillo. La corrupción está arraigada y diversificada. No será fácil acabar con ella. Las fuerzas políticas y sociales, tienen que reformar a fondo el sistema político, el funcionamiento de nuestra economía y de las administraciones públicas, para terminar con esta lacra.


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