"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LAS LETRAS


¡¡¡Que gran noticia!!!: Antonio Muñoz Molina, premio Príncipe de Asturias de las Letras. Un tipo honesto, decente y buen escritor. Al que hoy quiero dedicar estas cuantas líneas, por su brillante carrera que lo ha llevado hasta lo más alto de las letras Españolas y así se lo vienen a reconocer con éste tan prestigioso galardón, que hemos conocido ésta semana.
Nadie en Úbeda ese 10 de enero de 1.956, cuando nacía Antonio Muñoz Molina, podría pensar que éste hombre llegaría a ser tan fabuloso escritor, académico de número de la Real Academia Española, donde ocupa el sillón u minúscula. Y que éste año 2.013 galardonado con el premio Príncipe de Asturias de las Letras. Premio que sólo alcanza a los mejores del mundo en cada época.
Y seguro que en estos días, serán ríos de tinta los que corran por el mundo entero ensalzando la figura de este genial escritor que ha tenido grandes obras como en su primera novela, Beatus ille, donde en ella aparece figura la ciudad imaginaria de Mágina, trasunto de su natal Úbeda que reaparecerá en otras obras suyas, y que en ella ambientaran muchos de sus personajes de su gran obra literaria y que en estos días se ve reconocida con el mayor premio que en España se le puede conceder a un escritor.
Me enorgullece que este hombre que en otra época fue también igual que yo, columnista de éste diario, en unos días reciba de manos del Príncipe de Asturias este reconocimiento a su gran obra, gran parte de ella ambientada y recreada por las lomas de Úbeda, de las que siempre se sintió orgulloso de ellas, donde ambiento muchas de sus obras, no en vano son en gran parte de ellas en las que aparecen descripciones de muchos rincones de ésta tierra.
Pero Muñoz Molina ha querido ser un escritor profundamente español sin fronteras. Y de hecho, persigue eso en una obra maestra como Sefarad, narración abierta, texto en tránsito, aliento nómada y sin morada, sobre el drama del exilio, el autoexilio, la expulsión, las raíces, que en gran parte le valió también el pasado año, y no sin polémicas de nuevo, el Premio Jerusalén. La tranquila primavera que soñó ha dejado que se cuele por la rendija un paréntesis que quizás altere su karma hasta el otoño, cuando reciba en Oviedo de manos del Príncipe, gran admirador de su obra, el galardón, se ha visto un tanto alterada. Pero Muñoz Molina seguramente nos alumbrará el día que reciba el premio con el firme verbo de su conciencia, con el abrazo de su compromiso para encarar, si la fuerza nos acompaña, con un poco más de claridad el futuro.

La concesión de este premio a Antonio Muñoz Molina tiene una gran trascendencia, pues es el primer escritor de habla hispana que lo recibe desde el 2000, queriendo el jurado destacar el peso de la literatura de las candidaturas españolas e hispanoamericanas. El premio vuelve a manos de un escritor en lengua española, el último fue Augusto Monterroso en el año 2000.Escritor como Muñoz Molina del que todo el mundo tiene que sentirse orgullo por la concesión, pues siempre ha llevado en lo más alto el nombre de su tierra natal y a buen seguro volverá a resaltar y relucir en el Teatro Campoamor de la capital de Asturias en la ceremonia de entrega de éstos premios.

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