"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

DE NUEVO HAY PLAN


En estos días hemos conocido el II plan estratégico de la provincia de Jaén, con el horizonte 2020, que plantea un nuevo objetivo general para nuestra tierra, ambicioso pero acorde con los tiempos actuales, que se concreta en 8 estrategias de desarrollo, 102 objetivos estratégicos y 62 proyectos estructurantes, que de una manera u otra pretenden cambiar la historia, y cuando no el paisaje de nuestra provincia.
El anterior plan estratégico de la provincia dio a luz al plan activa Jaén, y de la mano de él llegaron muchas obras de infraestructuras a la provincia, obras algunas de relevada importancia, que quizás hoy todavía no estamos percibiendo el significado que pueden tener en la economía de esta tierra, o otras de ellas que aún se encuentran en fase de ejecución y tardaran algunos años en entrar en servicio para el cometido que fueron destinadas.
Aquel plan estratégico salio fruto del debate y del consenso de muchos jiennenses, de ideas formidables que muchos teníamos en la cabeza y que políticos de altura de esta provincia, supieron vender a los dirigentes del Estado y de la Comunidad Autónoma, para que a Jaén se le diera el impulso que tanto necesitaba para despegar y poder salir del agujero en el que se encontraba metido.
Y ahora que ya el anterior plan junto con el Activa Jaén está agotado, ha sido necesario repensar de nuevo muchas de las ideas que en su día quedaron en el tintero, y que no pueden caer en el olvido, pues seria dar un paso atrás en la provincia y tirar por tierra buena parte de los esfuerzos que en el primer plan junto con su activa se realizaron y que necesita por supuesto de esta segunda parte, para poder culminar todo el trabajo que hace más de un década se inicio en esta provincia con una metodología que a veces es algo incomoda, la de abajo a arriba, pero que casi siempre es la más efectiva y eficaz para todo aquello que se propone hacer.
Los retos y las ideas claras que nacen de un consenso y de la integración de opiniones y aportaciones valiosas, como ocurre en la fundación Estrategias y en las ocho comisiones de estrategia constituidas, son el principio de una buena planificación y ésta es, sin duda alguna, el pilar y la base de una buena gestión territorial. La hoja de ruta que surgirá de este proceso integrador de ideas fijará hacia dónde debemos ir en los próximos diez años y concretará las acciones para alcanzar nuestros objetivos con la implicación de todos: las administraciones públicas, los agentes sociales y económicos y, en general, todos los ciudadanos. Es el mejor camino posible. Siempre cabrá la duda de saber si el futuro es previsible; sin embargo, tenemos una evidencia: los pueblos convencidos de que el destino es un proyecto colectivo propio, que se puede alcanzar de manera solidaria, instrumentando vías y formas de acción que permitan planear y regular conscientemente sus anhelos, consiguen también atraer al azar en favor de sus fines.
Un plan puede servir para muchas cosas, pero para lo que nunca debe servir es para que un bonito libro encuadernado termine adornando la estantería más precia de nuestra casa o despacho, por que de ser así para que queremos ese plan, puesto que dejaría de ser un plan para pasar a ser un engaño a la sociedad jiennense.

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