"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

DIA DE REYES

Hoy es un día de júbilo y diversión entre los niños y los no tan niños, todos nos hemos levantado expectantes, para ver que regalos nos habían dejado los Reyes Magos de Oriente en su tradicional visita navideña que año a año vienen realizando a millones de hogares, para dejar lo que a cada uno en la carta le hemos puesto que queremos recibir. Los Reyes Magos de Oriente es el nombre por el que la tradición denomina a los visitantes que, tras el nacimiento de Jesús, habrían acudido desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.
Hoy casi todas las cartas de los niños y niñas empiezan igual con aquello de “Queridos Reyes Magos: este año he sido muy bueno o buena y quiero que me traigáis….” Y seguramente habrá una lista sinfín que se habrá decido a golpe de anuncio televisivo o de catálogo de los grandes almacenes de turno, y que a buen seguro se han quedado cosas atrás por haber presupuesto familiar suficiente para traer todos los regalos que sus majestades de oriente le hemos pedido.
Da mucha alegría ver como los niños y niñas juegan en las calles y parques, con una cara de felicidad pasmosa, con sus juguetes de estreno, que en muchos casos han sido más capricho de los padres que de sus propios hijos, y que el niño se divierte dándole patadas a una pelota de los chinos, o como suele ocurrir muchas veces jugando la con la caja de ese formidable regalo que Melchor, Gaspar y Baltasar le han dejado en su casa en ésta noche mágica.
En nuestra cultura Mediterránea, el mito de los Reyes Magos cuenta cada vez con mayor arraigo, de tal manera que aunque el Papá Noel de Laponia intenta ganar terreno poco a poco, nunca ha conseguido que estos queden desbancados de su visita anual. Y como mucho a lo único que ha podido llegar es a que se dupliquen los regalos en muchos de nuestros hogares.
Seguro que anoche muchos niños se acostaron sin cenar siquiera, para que la noche pasara lo más rápido posible, y tras una gran madrugada llegaron hasta el lugar de los regalos para explotar de alegría y de comenzar el ritual de abrirlos de manera nerviosa y con toda la prisa del mundo para que puedan irse con ellos a enseñárselos a padres, primos, hermanos y abuelos de tal manera que vean lo bien que se han portado y por eso su Majestades de Oriente, le han traído casi todo lo que le habían pedido.
Y es que los niños son sabios y siempre dan en clavo de lo que tiene que ser la vida, y no se por qué pero nunca aprendemos de ellos. Mientras que los mayores escribiríamos la carta llena de reproches odio y rencor, ellos directamente lo que hacen es listar las cosas que le gustan sin pararse para nada en los reproches, ir al grano para conseguir la meta que para ellos es obtener los regalos que en dilatada lista escriben, para que así el día de Reyes, para ellos siga siendo lo que durante siglos y siglos ha sido, el día más espectacular del año, así es que aprendamos de los niños y lo mejor es dejar las quejas a un lado y comenzar a pedir todo lo que queremos en nuestra vida.

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