He podido ver que la
Unión Europea está planeando un recorte de en torno un 10% en las ayudas de la
Política Agraria Comunitaria, lo que todos conocemos comúnmente como la PAC,
para todo el septenio que tendremos por delante los agricultores y agricultoras
de toda la UE, donde se ve bien a las claras que las cuentas no cuadran y por
lo tanto hay que meter la tijera allí donde más sencillo es y por supuesto
donde mayor dinero hay para ahorrarse, para que el recorte sea más sustancial
quitando una cantidad que podría ser vital para muchas de las explotaciones
agrarias y ganaderas que reciben a día de hoy estos fondos.
Es una seria
preocupación el que se nos vaya a practicar un recorte de tal magnitud, por lo
que tenemos que estar en alerta, ya que ese importante recorte se puede aplicar
de muchas maneras, puesto que la UE le suele dejar cierto margen de maniobra a
los Estados Miembros, para que sean ellos los que digan dónde quieren que se
apliquen los recortes, o a sensu contrario, que sectores son los que más se
quiere beneficiar, o más bien, qué tipo de agricultor será el que apenas
sufrirá este recorte del diez por ciento.
Cada vez que se habla
en Bruselas de reforma de la PAC, se le asocia de manera indisoluble los
recortes y así lo hemos venido sufriendo reforma tras reforma, sin que nadie le
ponga remedio alguno. Pero un hecho inédito en Bruselas fue la reforma de 2013,
donde después de la unión de todos, se consiguió un tibio incremento de la
dotación económica para nuestro país, que luego cuando llegamos al reparto
interno, al olivar sufrió de parte del Ministro, Miguel Arias Cañete, uno de
los más severos recortes que ha sufrido a lo largo de la historia, rebajando
los Derechos de Pago Básico en un 16% y metiendo dentro de esa rebaja a
aquellos que cobraban menos de cinco mil euros de ayudas que somos la inmensa
mayoría de los agricultores y agricultoras de la provincia de Jaén.
Ciertamente en esta
nueva reforma tengo muchas más confianza, porque en primer lugar el Gobierno de
la Nación está diciendo que será mucho más consecuente con el olivar de
montaña, de bajos rendimientos y altos costes de producción, puesto que es el
que está saliendo mucho más mal parado de toda esta crisis que la agricultura y
la ganadería viene padeciendo desde hace bastantes años.
Pero lo que también me
tranquiliza, es que el Presidente, Pedro Sánchez, haya anunciado que recortará
las ayudas a los grandes terratenientes en detrimento de los pequeños y
medianos agricultores y agricultoras, por lo que creo que esto es una apuesta
decidida para poder terminar con la figura del cazaprimas que no vive en las
zonas rurales ni tan siquiera muchas veces sabe por dónde van la lindes de sus
fincas y se embolsa cada año una solemne cantidad de dinero que le cae a su
cuenta corriente, solo por tener y nunca por generar nada, puesto que estos ni
generan empleo y mucho menos riqueza en la zona en la que radican sus extensas
explotaciones, la mayoría de ellas baldías, pero que si figuran de manera
correcta en las declaraciones de cultivos para que se les pueda activar el
correspondiente Derecho de Pago Básico que al final les será ingresado por
Bruselas en su correspondiente banco cada año.
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