"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

OTRA AMENAZA MÁS

Una nueva plaga bíblica amenaza a los olivos de nuestro país, que de manera despiadada y sin compasión alguna está llegando. Y parece ser que la Xylella Fastidiosa, avanza lentamente para devastar de manera contundente buena parte de los millones de hectáreas de olivar que tenemos en España y por lo tanto entre ellas, algunas de las de nuestra provincia, que tarde más o tarde menos podrían verse afectadas por esta demoledora bacteria, que trae de cabeza a muchos de los grandes investigadores que de una o de otra manera vienen estudiando todo lo referente a la fitopatología del olivar.
La Xylella Fastidiosa, ya la tenemos en la Península Ibérica, y se trata de una bacteria fitopatógena, de la clase proteobacteria con gran potencial de daño económico. Ataca sin curación en la actualidad a diversas plantas de utilidad económica como la vid, el olivo, el almendro, el ciruelo, el melocotón y el limonero así como otros que no producen frutos. Siendo complicado aislar y cultivar la bacteria en el laboratorio, de donde deriva el adjetivo de fastidiosa. Los vectores o agentes transmisores de la enfermedad son insectos que se alimentan del floema de las plantas. Una vez que el vector pique y chupe en una planta infectada, adquiere la bacteria que permanece en las estructuras de alimentación del insecto y lo transmitirá a la siguiente planta que pique para nutrirse.
Siendo esto así parece bastante o cuando menos muy complicado, el poder luchar contra ella, para combatirla y encontrar un remedio eficaz que nos permita una cierta tranquilidad al sector, ante la gran amenaza que supone esta bacteria para el cultivo de mayor implantación en nuestra provincia y del que viven miles de familias de una manera directa, y otras tantas de una manera indirecta.
Ahora que la bacteria ya está aquí, tenemos que tener en cuenta que La principal medida de control fitosanitario, debe ser extremar las precauciones en cuanto al comercio del material vegetal sensible y especialmente el procedente de zonas con presencia de la bacteria. Este material vegetal debe proceder siempre de productores oficialmente autorizados y con pasaporte fitosanitario en su caso. Puesto que una vez detectado un foco en el campo, los tratamientos químicos contra la bacteria o sus vectores no suelen ser efectivos. En estos casos es necesaria la eliminación de los árboles afectados y la vegetación silvestre circundante que pueda actuar como hospedadora de la bacteria, así como establecer un programa de vigilancia en años sucesivos para intentar evitar el rebrote de la enfermedad.
Pero ante esta gran amenaza fitosanitaria, hay que tener extremadamente cuidado, para que sobre todo no perdamos la calma y hagamos las cosas bien, de tal manera que la Xylella Fastidiosa, no se siga propagando por la Península y llegue a infectar parte de nuestros olivos, con el perjuicio que nos ocasionaría a todo el sector, y sobre todo la gran pérdida económica que llevaría aparejada para todo el mundo, que podría significar el final de muchas de las miles de explotaciones olivareras que tenemos en Jaén.

Ya no queda más remedio que seguir el protocolo de actuación y prevención, al pie de la letra, no movernos de él ni un ápice, de tal manera que podamos mitigar la propagación de la bacteria, evitando así los devastadores efectos de la misma, que sería un golpe tan duro que nos costaría Dios y ayuda el poder recuperarnos de él en un corto espacio de tiempo. 

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