El
término de provincia marítima suena en los oídos de algunos serranos, cuando Fernando VI decidió que la Sierra
de Segura, un hermoso enclave situado en el extremo noreste de la provincia y
actualmente dentro del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, pasaría a formar parte de
ese selecto grupo de territorios calificados como marítimos. El origen de esta decisión se encuentra en el
interés del monarca por impulsar el desarrollo de la Marina. Aumentar el
potencial naval del país pasaba por fomentar la construcción naval. La riqueza
forestal de ests tierras jienenses y su ubicación junto al nacimiento del
Guadalquivir, que permitía transportar los troncos sin dificultad, garantizaban
un suministro de materia prima constante y de gran calidad.
El
31 de enero de 1748, Fernando VI, aludiendo a la decadencia de los montes,
especialmente los inmediatos al mar, promulga la Ordenanza para la conservación
y aumento de los montes de Marina. En ella, se establece que “el cuidado y
conservación de los montes de las inmediaciones de la mar y ríos navegables
[...] continuará [...] a cargo de los Intendentes de Marina establecidos en los
tres Departamentos de Cádiz, Ferrol y Cartagena [...]”. El Departamento de
Marina de Cádiz tendrá jurisdicción sobre los montes de Segura que tienen sus
vertientes a los ríos Guadalquivir y Guadalimar, correspondiendo al Intendente
de dicho Departamento su cuidado, conservación y repoblación. Las mismas
competencias con respecto a aquellos montes que tienen sus vertientes al río
Segura corresponden al Departamento de Cartagena.
Ciertamente
esto fue algo curioso para la época y que no deja de sorprendernos a muchos por
tal decisión que podríamos calificar en algún caso como disparatada y en otros
como histórica. Pero lo cierto es que el potencial exportador a través del mar
siempre ha sido importante, y por eso se sigue manteniendo siempre esa luz de
la provincia de Jaén como provincia marítima, y muchas veces hemos oído hablar
de la construcción de un puerto seco en Linares, con el fin de poder aprovechar
el potencial exportador que siempre ha tenido esta provincia, y que lo sigue
teniendo en nuestros días que hace cada vez más necesaria esta infraestructura.
El
transporte constituye uno de los pilares más importantes del desarrollo de un
país, no sólo en cuanto al movimiento y libre circulación de viajeros y de
mercancías, sino como parte integradora de cohesión socio‐cultural, y unión territorial entre diferentes
regiones. Es por ello, que una nación debe tener unas infraestructuras
adecuadas y bien organizadas si quiere que ese desarrollo se mantenga en el
futuro. El transporte marítimo, es el modo más utilizado para el comercio
internacional, ya que por capacidad, soporta mayor movimiento de mercancías
tanto en contenedores como a granel, tanto sólidos como líquidos en tanques.
Estamos
viendo como hasta nuestra provincia llegan altos funcionarios de las
autoridades portuarias cercanas a ofrecernos sus servicios, para poder utilizar
el transporte marítimo como medio para hacer llegar nuestras mercancías a los
mercados internacionales, por lo que no podemos perder la ocasión de tener un
centro logístico de acopio por el que se canalicen la mayor parte de la
mercancías de esta provincia hasta el puerto que más nos interese en cada
momento o para cada una de las mercancías, por lo que volveríamos a ser
provincia marítima sin mar.
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