Los carburantes
han llegado a niveles de precios que casi nadie ses lo podía creer hace unos
pocos de años. Niveles que para muchas profesiones hacen inviables el que se
puedan estar y seguir desarrollando, sobre todo en aquellas en la que la
dependencia de ellos de vital importancia para su desarrollo y para la realización
de la actividad.
Estos niveles de
precios han provocado que la inflación se dispare, de tal manera que el
ministro de Industria, José Manuel Soria, se reunió con los máximos
responsables de las petroleras Repsol, Cepsa y BP para pedirles que contribuyan
a controlar el IPC y avanzó "medidas selectivas" si las
distribuidoras no hacen los ajustes de forma voluntaria. El incremento de la
inflación interanual, el mayor desde marzo de 2010, se debió fundamentalmente a
la subida de los precios del transporte y la vivienda, ligados a los de los
carburantes, lubricantes y gasóleo de calefacción.
El Gobierno se
está dando cuenta que no puede permanecer impasible, y les advierte a las
petroleras que va a tomar medidas, pero esas medidas que ha anunciado a priori
que va a tomar, vuelven a errar en el tiro una vez más, y es que si
consideramos que los carburantes son pieza básica para que ande la economía de
este país, el Gobierno se tiene que dar cuenta que este sistema que tenemos de
liberalismo absoluto, ha fallado por completo, puesto que las grandes
petroleras se han puesto de acuerdo y formando lo que en economía se llama un
oligopolio, de tal manera que no sé porqué, pero casi siempre coinciden en los
precios y los días en los que suben o bajan los mismos, haciendo bastante
difícil que se pueda encontrar gasolineras en las que haya un diferencial de
precios sustancial que valga la pena hacer unos pocos kilómetros, para poder
repostar y ahorrarse unos euros. Pero en España nada de eso pasa sino más bien
toso lo contrario, de tal manera que a cualquier gasolinera que vayamos,
siempre encontramos los mismos precios y sobre todo bastante caros.
Y es cuando se
produce ese fallo en el mercado, como el que a las claras se está produciendo,
es cuando el Gobierno tiene que actuar, y no puede actuar con más liberalismo
que está visto y comprobado que eso no funciona, sino que tiene que hacer todo
lo contrario, proteger y regular este sector para que los abusos que se
producen de las petroleras, no se sigan produciendo. Ya que cada vez queda más
claro que medidas como las que han anunciado algunos miembros del gobierno de liberalizar las la instalación de
las estaciones de servicio en autovías y autopistas, van a servir para más de
lo mismo, para que ellos se vuelvan a poner de acuerdo y fijen los precios a su
antojo entre todos.
Y para esto es
para lo que hay que tomar medidas bastantes serias, para que no puedan entre 6
ó 7 grandes transnacionales ponerse de acuerdo en los precios que a ellos les
parezca bien y en todas partes aparezca el mismo precio, coartando y de qué
manera, lo que se entiende por libre comercio, con lo que para ellos el
Gobierno tiene que ser contundente y establecer importantes sanciones, así como
el férreo control de sus márgenes comerciales que son multimillonarios y que en
buena parte nunca invierten en nuestro país, con lo que eso supone de no
generar ni riqueza ni empleo para la sociedad.
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