El Alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, anunciaba hace unas semanas en la prensa que iba a reclamar al presidente de la Junta de Andalucía, 1.500 millones de Euros, que ésta le debía a los Jienenses, buena parte de ellos de proyectos que estaban pendientes de la época del gobierno de Aznar, pero ahora urge más que nunca que esos proyectos salgan adelante sea como sea y que por supuesto quien los tiene que pagar es la administración andaluza, que según éste se ha olvidado de ésta provincia por completo.
Entre tanto el tranvía sigue aparcado en vía muerta y poco a poco comienza el desmantelamiento de las infraestructuras que para el mismo se han realizado en la capital, por que ya muchos dan por sentado que no andará este por Jaén y mucho menos poniendo el Ayuntamiento un sólo euro para que pueda funcionar este medio de transporte. Que el último gobierno socialista dotó a Jaén, y que lo pago bien caro, en votos claro está, pues nadie se le despista que el mismo ha sido el causante de la perdida de concejales socialistas en las pasadas elecciones municipales.
Y es bueno que el Alcalde reclame con ímpetu e insistencia el que vengan inversiones hasta aquí y que lo haga a la Junta y al Gobierno Central, pero que como casi todas la encuestas apuntan en unos meses estarán los suyos en el gobierno de la nación, y todos esperamos que al Alcalde no le tiemble el pulso para con la misma fuerza e ímpetu siga reclamando tan necesarias obras para esta capital.
Y que decir de cómo está la oposición. La herida abierta entre la anterior Alcaldesa y la dirección provincial tras las pasadas elecciones municipales, sangra ahora más que nunca y la división interna es patente y sin tapujos sale a airear las vergüenzas a la luz pública y además ante la dimisión de un treintena de miembros de la ejecutiva local, la ex Alcaldesa se ha atrincherado para formar resistencia y tratar de enmendarle la plana a la dirección provincial, en lugar de asumir ella la derrota dulce que había recibido, pero al fin y al cabo derrota, en parte ocasionada por la gestión de las obras del tranvía a las que se ha sumado que la marca PSOE ya no vende como antaño.
La verdad es que el curso político, más emocionante no ha podido empezar, unos pidiendo más inversiones, y en definitiva más dinero para la capital de esta provincia, y a otros tratando de salvar los muebles de alguna manera, aguantando el tipo como se puede por que el 20 de noviembre hay elecciones generales y no se puede dar la sensación de debilidad o ruptura para que el adversario no tome ventaja y pueda salir a jugar el encuentro electoral con el beneplácito de sentirse ganador de antemano.
La verdad es que en las próximas semanas se ira deshojando la margarita, para ver en que queda todo esto, si llegan los millones, si el tranvía anda o si Carmen Puri ceja en su intento de seguir echando el pulso a Paco Reyes, pero lo que si esta claro que vamos ha estar muy entretenidos en lo que resta de año.
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