Yo
no se si a alguien le ha pasado estos días los que a mí, que se le ha quedado
cara de póquer, por no decir otra cosa, cuando ha escuchado o leído en algún
medio de comunicación que los Clubes de Fútbol de este país, son muchos cientos
de millones de Euros los que deben al fisco.
Los
clubes profesionales de fútbol adeudan a la Agencia Tributaria 752 millones de
euros a fecha de 1 de enero de 2012, según los datos facilitados por el
Gobierno en respuesta escrita a una pregunta de Izquierda Unida, que reflejan
un incremento de 145 millones en cuatro años. El grueso de la cifra global (490
millones) corresponde a los equipos de Primera División. Y no acaba ahí el
agujero económico del fútbol. Como recordó IU en un comunicado, al margen queda
la deuda contraída con la Seguridad Social, datos que el Gobierno «nunca ha
facilitado».
El
fútbol se parece cada día más a un pozo sin fondo en lo que a deudas se
refiere. Al impago de sueldos de futbolistas, estadios a medio construir por
falta de liquidez o el cada vez más recurrente concurso de acreedores, se le
añade el constante incremento de la deuda con el fisco. Los números rojos de
los clubes con Hacienda se han disparado en los últimos cuatro años.
Y
es que cualquier empresa en esta situación y habría sido embargada y desposeída
de todos sus bienes, para que Hacienda y la Seguridad se hagan cobrados de tan
multimillonarias deudas, importándoles muy poco que tengan que dejar su
actividad o cerrar el negocio. Mientras que en este caso se mira para otro lado
por no tener que tocar lo que muchos llaman el deporte rey y nos quedemos sin
la liga de la Estrellas, cuestión esta de suma importancia para los ciudadanos
de este país que no habrá quien tire la chinita de que el fútbol es un servicio
público y como tal hay que tratarlo.
Tanto
es así que Hacienda se tiene un trato especial desde las instituciones públicas
con los equipos de fútbol, gracias a distintos "mecanismos más o menos
ingeniosos que van desde subvenciones o ayudas directas, la esponsorización
turística local, la compra y posterior cesión de la cantera de jugadores, o la
recalificación de los terrenos donde están situados los estadios y que pueden
revender con un rentable coeficiente de edificabilidad que son sustituidos por
otro estadio en terrenos generalmente situados en la periferia de las
ciudades". Mientras a los particulares se les exige aportar una garantía
cierta y tangible para aplazar su deuda con Hacienda a través de derechos
reales como una hipoteca o un aval bancario, a los clubes deportivos se les
permite hacerlo con derechos potenciales o futuribles de cobro como pueden ser
los porcentajes sobre taquilla o los derechos publicitarios o televisivos.
La
deuda del fútbol español, como quien inventa la rueda en pleno Siglo XXI, está
en boca de todos. Y a todos debería darnos vergüenza tanto la situación, como
la forma de haber llegado a ella, como sus consecuencias, sus damnificados en
la sombra, y sobre todo, por encima de todo, la imagen de gastadores sin
escrúpulos, derrochadores horteras de películas de serie c, de los dirigentes
del fútbol patrio. Y es penoso que se cierren hospitales y escuelas y mientras
estos de rían del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario