Todo
el mundo da por hecho que el mes de agosto, es
el más vacacional de todo el calendario. A la misma vez que también se da por
sentado que la semana en la que nos encontramos es en la que mayor número de
personas están de vacaciones, creo que de España entera. Esta semana con el
puente festivo de la Virgen de Agosto, hace que la inmensa mayoría de los
trabajadores y trabajadoras, se tomen unos días de merecido descanso, que
tratan de disfrutarlos de la mejor manera posible, unos en la playa, otros por
alguna de nuestras sierras, otros aprovechando esos días para realizar algún
que otro viaje o para visitar las ferias de pueblos y ciudades.
Por eso se suele decir que en
agosto la mitad de la provincia de Jaén, está de vacaciones y la otra mitad
está de fiesta o feria en muchos de los pueblos que por estos días las
celebran, bien sean patronales o no. Pero el caso es cuando el calor suele
apretar y bastante hay que buscar el descanso y la diversión como quiera que
sea, porque lo que menos apetece es tener que levantarse bien temprano para
poder cumplir con las obligaciones de nuestro trabajo.
Pero a pesar de estar casi todo
el mundo pendientes de la diversión y el descanso, hay un gran colectivo de
hombres y mujeres que estemos de fiesta, de feria o de vacaciones, vienen a
velar por la seguridad e integridad de todos nosotros, me refiero a los
voluntarios y voluntarias de Protección Civil, que aunque estemos donde estemos,
ellos estarán al pie del cañón, ante cualquier eventualidad que pueda ocurrir,
asistiendo a todo el mundo de manera voluntaria y altruista, que como es lógico
esta labor no está pagado con nada, sino más bien todo lo contrario, estando
siempre en deuda con ellos y ellas por la gran labor que realizan.
Es curioso verlos como se
organizan, pero sin saber muy bien cómo, nos los encontramos en eventos
deportivos, en los pasacalles de la fiestas, en la procesión del Santo Patrón o
ante cualquier situación que pueda ocasionar en un momento determinado cierto peligro
para la ciudadanía. Con gran dedicación y entrega como si de su profesión se
tratara, pero más allá de eso, sino todo lo contrario, realizando esta labor
sin recibir nada a cambio, sin cobrar nómina alguna a final de mes, tan sólo
por la satisfacción y la honra de ayudar a los demás ante cualquier
eventualidad.
Realmente es sorprendente, pero
agrada mucho encontrarlos controlando el tráfico, organizando cualquier actividad
o simplemente apagando un pequeño incendio que puedan ocasionar los fuegos
artificiales de la feria del pueblo. Para cualquier cosa de estas o de otras
muchas que nos podamos imaginar, están estos voluntarios y voluntarias de
Protección Civil, con dedicación y entrega para velar por nuestra seguridad y
sobre todo por la integridad física de las personas, hasta el punto que no
podamos ni imaginar.
Me agrada poder dedicarles estas
cuantas líneas a estos voluntarios y voluntarias, pues quizás lo único que
reciben y muy de tarde en tarde es un uniforme, a veces con una subvención de
la Diputación Provincial, que les permite identificarlos en cualquier evento en
el que se encuentren, para que no se confundan entre la muchedumbre y podamos
localizarlos rápidamente, para velar por nuestras vacaciones y descanso en este
agosto vacacional, y por supuesto el resto del año.
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