He leído en la
prensa que las exportaciones de la provincia de Jaén han crecido bastante en
los últimos meses, la verdad que cosas como estas ponen al cualquiera contento.
Pues eso de que la balanza comercial sea positiva, es una gran noticia para la
economía de la provincia de Jaén, que se encuentra desde que estalló la crisis,
pasando por una situación maltrecha que viene provocando la angustia y
desesperación de muchas familias, que impotentes se ven como su economía más
cercana, no levanta el vuelo y en muchos casos tienen que vivir de la caridad.
Pero el que se
aumente las exportaciones, no es baladí, puesto que este aumento, es el fiel
reflejo del buen hacer que el tejido empresarial de esta provincia está
haciendo. Un tejido empresarial muy incipiente, pero que poco a poco se va
abriendo paso en un gran mercado globalizado, que cada vez en más difícil y
complicado entrar en él. Que aún estado dentro si no eres lo competitivo que
tienes que ser, este mismo mercado terminará por expulsarte, dejando paso a
otro empresarios de otros muchos territorios que vienen detrás empujando, y
empujando bastante, pues hacer un hueco en el mercado es cada vez mucho más
difícil y complicado.
Ciertamente lo
que a nadie se le escapa, es que nuestra provincia está demasiado falta de esa
cultura emprendedora que permita la creación de empresas de la más diversa
índole, que pudieran servir para generar riqueza y paliar las grandes cifras
del paro que año tras año vienen azotando a la provincia de Jaén, sin piedad
alguna, para llegar incluso a la situación de que muchas de nuestras familias,
se ven la obligación de tener que emigrar, buscando mejor suerte en otros
lugares de España o del Mundo.
Todos sabemos
que la provincia es fuerte en la agricultura, y especialmente en el aceite de
oliva, pero cuando nos paramos a analizar el tejido que puede tener alrededor
la agroindustria, nos damos cuenta que nada de nada, que producimos mucho
aceite pero que apenas podemos influir mucho más en la cadena productiva del
aceite de oliva. Y para muestra un botón; fijándonos en los miles de tractores
que tenemos en nuestra provincia y que conducen los agricultores de Jaén,
algunos de ellos con un coste de varios cientos de miles de euros, no tenemos
en Jaén, ni una sola fabrica en la que se hagan por lo menos alguno de los
tornillos que necesita este tractor, o alguna factoría que nos permitiera poder
fabricar alguna de las cientos de miles de sopladoras, vareadoras, etc. que tan
necesarias son y que prácticamente en todas las casas de cualquier olivarero
hay alguna.
Pero para
poder llegar hasta esto hay que empezar la casa por los cimientos,
estableciendo centros de investigación potentes, que permitan el desarrollo de
la más variada tecnología para su posterior utilización en el campo, lo que
conllevaría el poner a disposición del tejido empresarial mucha tecnología de
aplicación en los sectores productivos.
Ahora que
empezamos a crecer, no podemos dormirnos en los laureles y debemos aprovechar
ese rebufo, para que nos sirva de consolidación y crecimiento duradero del
tejido emprendedor y por ende empresarial de esta provincia, que ocupa siempre
deshonrosos lugares a los que nadie nos gusta mirarlos, pero ciertamente los
ocupa y eso es una realidad palpable.
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