Esta semana pensaba dedicar mi columna íntegramente al tranvía a
raíz de la publicación íntegra del estudio de viabilidad que Ferrocarriles de
la Generalitat realizó por encargo del propio Ayuntamiento de Jaén. Estudio que
de alguna manera desmonta todas las falsas excusas para mantener paralizado el
tranvía, por lo tanto todos y todas hemos asistido a lo que podemos llamar un
engaño masivo del Partido Popular y del Acalde. Pues la capital está pagando la
fantasmada del regidor cuando en la última campaña dijo aquello de “jamás me
montaré en el tranvía”. Desde aquella absurda promesa, el alcalde va de error
en error y de ridículo en ridículo", haciendo incluso una la opereta de la
entrega de llaves en San Telmo, la obstinada negación de que el tranvía es
municipal y la reiterada mentira de que le costaría al Ayuntamiento seis
millones de euros al año, que ahora se le desmonta y se le cae como un gigante
con pies de barro. Ya que ahora una vez que sale esto a la luz pública, los
ciudadanos y ciudadanas de Jaén deben sentirse plenamente engañados por este
Alcalde que ha venido gobernando para su propio interés partidista y personal,
privando a la ciudad de Jaén de un medio de transporte limpio, moderno y
económico, con burdas mentiras desde que se pusiera el primer ladrillo de este
infraestructura tranviaria.
Por supuesto que se puede criticar o no la idoneidad del
tranvía para la ciudad de Jaén, y la mayor crítica la obtuvo el PSOE en las
urnas en las pasadas elecciones municipales de tal manera que pagó un duro
tributo por la decisión de implantar el tranvía en la capital. Pero una vez que
se encuentra finalizada la obra, una vez que la totalidad de la inversión ya
está hecha, no queda más remedio que tratar de buscar la solución más razonable
para que este sistema pueda funcionar y entrar en servicio lo antes posible.
Pero ésta, del tranvía no ha sido la única mentira que hemos
podido asistir en los últimos días proveniente de la casa consistorial de la Capital
del Santo Reino, pues el Juzgado de lo Contencioso número 3 de Jaén, presidido
por el Juez Decano de la Capital, le ha dado un bofetón al Ayuntamiento al
obligarles a seguir prestando la Ley de la dependencia como se venía haciendo,
y a la que el Ayuntamiento muy alegremente había renunciado, dejando
abandonados a su suerte a miles de dependientes de la ciudad de Jaén y a los
trabajadores que venían realizando la prestación. Por lo tanto tras esta
resolución Judicial, al Ayuntamiento de Jaén no le queda más remedio que seguir
prestando este servicio a los usuarios y usuarias de él, y reflexionar que con
estas personas no se debe jugar en ningún momento, pues no pueden estar en
medio de ningún rifirrafe político, puesto que son los más vulnerables de esta
sociedad.
Un político puede acertar o equivocarse en sus decisiones,
porque al fin y al cabo son personas humanas, pero lo que nunca debe hacer un
político es con mentiras tratar de justificar las decisiones erróneas que en un
momento determinado se puedan tomar, cuando eso ocurre al político honrado la
única salida que le queda es asumir su responsabilidad política y cuando menos
pedir disculpas.
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