Estas
fiestas y ferias populares vienen sirviendo no sólo para que todos habitantes
de un pueblo, barrio o ciudad tengan unos días de diversión, sino también para
el reencuentro con familiares y amigos que un día por distintos motivos se
tuvieron que marchar del lugar que los vio nacer, o vivieron en él, para poder
encontrar un futuro mejor lejos de él. Este preciado reencuentro se viene
produciendo año tras año con la excusa de acudir a estas fiestas y ferias que
por todos los rincones tenemos en el mes de agosto.
Quien no
se ha tomado una cerveza en estos días con amigos que en el mejor de los casos
hace un año que no los ve, o incluso otros que llevaba años sin verlos, con los
que ha compartido un agradable momento de risas y alegría, con los que se le ha
dado un rápido recorrido a los vecinos del pueblo, a los que están y los que
nos han dejado, a los que se recuerda aún más si cabe, con esa añoranza de las
vivencias que pasaron juntos en el lugar del que un día tuvieron que partir.
O quien no
ha pasado unas cuantas horas delante de alguna atracción de feria mientras que
algún hijo o nieto da saltos o vueltas en los que cada vez pasaba le decíamos
adiós con gran alegría de ver su cara de diversión en ese mismo momento de
estar subido en la correspondiente atracción. Cara que se convertía en una
mucho más refunfuñona, o incluso de llanto, cuando toca bajarlos de la
atracción y se le niega la compra de la ficha para subir en la siguiente, que
al final si el niño o la niña se pone algo cabezón, puede terminar poniendo
punto y final a la noche de diversión que con tantas ganas empezó.
Estas
ferias y fiestas populares del mes de agosto, llevan también a los más mayores
a recordar el pasado bailando, en la muchas verbenas populares que se organizan,
algunas de las canciones que ellos escuchaban antaño y que ahora entre cerveza
y cerveza se mueven un poquito al ritmo que cada copla marca, terminando si
hace falta a altas horas de la madrugada, hasta que el cuerpo aguante o se
marche la orquesta que esa noche ameniza la tradicional verbena popular.
En definitiva
cada año agosto se convierte en el mes del reencuentro con familiares y amigos,
en la mayoría de los casos en el lugar que vivimos o que nos vio nacer, que si
además es en el entorno de alguna de las traiciónales ferias o fiestas que se
vienen celebrando a lo largo y ancho de la geografía provincial, estará muy bien empleado para sentir el
cálido abrazo cada año.
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