Este año tenemos
una sequía más prolongada de lo normal, el otoño ha sido bastante seco,
mientras que la lluvia del invierno no ha venido a remediar el déficit
acumulado de todo el otoño. Además de haber soportado un verano bastante
caluroso que se prolongó en el tiempo, alcanzando temperaturas tan extremas que
han marcado los récords de temperatura de los últimos años, no solo por lo
elevado de las mismas, sino también por lo prolongado que han sido los días, en
las que estás altas temperaturas se han sucedido, provocando olas de calor tan
desconocidas, como inusuales, que nos llevan a pensar que algo está pasando o
más bien que algo está cambiando.
Ya casi
todo el mundo habla de cambio climático, y también ya casi todo el mundo
empezamos a creérnoslo, aunque muchos seguimos pensado que esto es un clima
mediterráneo en el que se suceden periodos secos con periodos húmedos, y ahora
nos está tocando el periodo seco, que por lo que se ve se está alargando más de
lo que desearíamos o mucho más de lo necesario, llevándonos a situaciones muy
complicadas tanto económicamente como socialmente, de tal manera que más pronto
que tarde hay que sentarse y reflexionar para buscar las soluciones más
oportunas, evitando así las nefastas consecuencias que tienen una sequía en un
territorio determinado.
Digo que
hay que sentarse y reflexionar entre todos, para que se pongan encima de la
mesa propuestas y soluciones concretas, que nos puedan servir de revulsivo ante
la maltrecha situación que padecemos, que no tiene visos de solucionarse por lo
menos a corto plazo, o en este periodo de lluvias, puesto que, lo que ha pasado
ya sabemos cómo ha sido y lo que queda por venir parece ser que será más de lo
mismo, según los cálculos matemáticos que hacen los expertos en todos estos
temas. Cálculos que nos hacen temernos lo peor.
Por eso me
parece una gran iniciativa, que el Secretario General de PSOE, Pedro Sánchez,
haya anunciado que le va a proponer al Gobierno de Mariano Rajoy un pacto
nacional por el agua, de tal manera que con él podamos paliar los devastadores
efectos que pueda tener una sequía, tal como la que tenemos ahora mismo.
Haciéndose propuestas serias y responsables, que permitan poder llevar el agua
a las zonas que padecen esta situación de sequía prolongada en el tiempo.
En ese
pacto hay que ser valientes y hacer una apuesta definitiva, no quedándose en
medias tintas, para que herramientas de tanta importancia que contempla el
Texto Refundido de la Ley de Aguas, o el Reglamento de Dominio Público
Hidráulico, como son el contrato de cesión de derechos de uso de aguas, o los
bancos públicos de aguas, se desarrollen reglamentariamente, para poder darles
la utilidad que se les presupone, así como la seguridad jurídica que estas
instituciones requieren, de tal manera que se puedan utilizar con total
normalidad y agilidad, puesto que se necesitan en momentos de sequía.
La
situación no es baladí, ni para estar pensado en que podemos hacer. Sin que
hagamos nada por estar mirando de reojo al rival político, puesto que en este
momento España necesita partidos con visión de Estado, pero no vale sólo con
decirlo, sino que además hay que demostrarlo, y pactos como este del agua, es
una muestra que la visión de Estado en el Partido Socialista está bien
presente.
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