Hace unos días leía la
noticia de que Jaén es la provincia española con una mayor superficie natural
protegida y en honor a la verdad me sorprendió la misma al verla, porque sabia
que nuestra provincia con sus cuatro parques naturales era una de la que más superficie natural protegida tenía, pero nunca pensé que fuese la que más
tuviese de toda España. Grata impresión la que me lleve al verla y alegría a la
vez de saber que lideramos el ranking de una de la cosas a las yo, y quizás
mucha gente, más importancia le damos.
Pero parándonos a
analizar fríamente esta noticia, nos podemos dar cuenta que tiene mucho más
trasfondo del que nunca podríamos imaginar, sobre todo debido a que este
liderazgo no es para nada gratuito y mucho menos fácil, para los vecinos y
vecinas que habitan en cualquiera de los municipios que se encuentran dentro de
los cuatro parques naturales, donde año tras año, desde que se crearon, han
tenido que mantener una serie de normas estrictas en las que la conservación
siempre ha estado muy por encima de cualquier desarrollo social o económico, ocasionando esto un sobre coste para ellos que creo que nunca se le ha compensado.
Lo cierto es que
cualquiera de nuestros parques encierra en él una serie de maravillas y
particularidades que lo hacen peculiar en sí mismo, donde podemos encontrar las
curiosidades de mayor calibre que jamás habríamos visto en cualquier otro
territorio, donde nos podemos parar a contemplar paisajes que pueden parecernos
de cualquier otro lugar de España o el extranjero, donde la belleza de sus
pueblos nos cautiva de tal manera que una y otra vez vamos a querer pasar, ver
y contemplar ese gran esplendoroso lugar que fue creado en buena parte a
capricho de la naturaleza.
Somos muy afortunados
los habitantes de esta provincia al tener mucho donde poder elegir, en cualquiera de nuestros cuatro parques naturales, el de Cazorla, Segura y la
Villas, el de las Sierras de Andújar, el de Despeñaperros o el de Sierra
Mágina. Cuatro parques que cada uno tiene sus particularidad y su belleza,
cuatro espacios en los que tenemos al alcance de nuestra mano la naturaleza en
sentido puro y en el estado que un día se creó para ponérnosla a nuestro
servicio y poder disfrutarla día tras día y generación tras generación.
Esto es una joya para
la provincia de Jaén, un diamante, que tenemos que saber trabajarlo para que
sin dañar un ápice a la preciada naturaleza, puedan convivir los habitantes de
estas zonas con los niveles de conservación que tal superficie exige y no
tengamos que perder oficios y actividades que tradicionalmente han estado
interrelacionadas entre las gentes que viven tanto en estos parques como en su
propio entorno, pudiendo llegar a ser un gran motor económico para todas estas
zonas de nuestra provincia, como ya lo fueron en su día donde muchas
actividades se realizaban en estos parques naturales con total normalidad.
También de un tiempo a
esta parte, se nos presentan nuevas actividades que perfectamente nos pueden
servir para seguir desarrollando las zonas y por supuesto sus economías.
Actividades como el turismo rural o lo gastronomía, actividades que no podemos
dejar pasar por alto y que por supuesto nos van ayudar a generar riqueza y
empleo, que nos permitan mantener y fijar la población al territorio de
nuestros maravillosos parques naturales.
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